Sociología

El objetivo de ésta es muy amplio. La sociología trata de estudiar cómo el ser humano se asocia, se agrupa y crea la diversidad de instituciones sociales. Por lo tanto, la labor del sociólogo no es más que la de un mero científico que, tras plantear un problema específico, trata de efectuar observaciones y evaluaciones que le permitan contrastar teorías, desarrollar sus hipótesis e ideas para extraer nuevas conclusiones, pronósticos y generalizaciones de la sociedad.

 

Sin embargo, aquellos problemas que no puden ser verificados empíricamente no son objeto de su investigación. Éstos se refieren a problemas éticos como la moralidad del aborto, estéticos como la naturaleza de lo bello, o metafísicos como la existencia de otra vida tras la muerte. Aunque todos ellos puedan ser importantes en el comportamiento del ser humano.

 

Como ciencia que es, muchas veces resulta difícil llevar acabo un estudio sin que el propio sociólogo se vea implicado y no ejerza ninguna influencia en la respuesta de los sujetos investigados. Pues estos, al saber que estan siendo interrogados, pueden modificar sus comportamientos y actuar de acuerdo con lo que creen que el sociólogo espera de ellos. Por ello, se suelen establecer dos grupos: uno experimental y otro grupo control; y se controla la influencia de las diferentes variables en ambos grupos.

 

Además de esto, el sociólogo, como investigador científico que es, debe ser éticamente neutral y objetivo en sus respuestas y decisiones, pues estas servirán más tarde a otras personas o sociedades como un planteamiento científico del que se pueden basar muchas encuestas y estadísticas. Como individuo que es, posee sus propios juicios de valor, pero estos no deben influenciar los métodos experimentales que utiliza, ni dar origen a observaciones tendenciosas y subjetivas.